Versículo clave: “Todo tiene
su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.” Eclesiastés
3:1
La vida está
llena de procesos. Desde que ocurre la unión entre el óvulo con el
espermatozoide comienza el proceso de la vida.
Este primer proceso dura en promedio, unos 9 meses. Muchos de los procesos que experimentamos deben
seguir un orden y una cantidad de tiempo.
Por ejemplo, cuando se confecciona un bizcocho, es necesario contar de
antemano con la receta del mismo, para comprar los ingredientes necesarios. Al momento de hacerlo, necesitamos dejarnos
llevar por el procedimiento que se ha establecido para ese pastel en
particular. Si se salta uno de los pasos
o se le añade algún ingrediente de más podría ocasionar que el bizcocho no salga
como debería.
De igual forma pasa en nuestras vidas, debemos de mantenernos siempre preparados para las circunstancias, pruebas o tentaciones que vengan a nuestra vida. Debemos conocer cómo se trabaja cada situación y para lograrlo debemos de leer la Biblia. La Biblia es nuestro libro de instrucciones mientras estemos en este mundo. En Oseas 4:6 dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…”; en la Palabra de Dios es donde únicamente podemos encontrar tal conocimiento, para no ser destruidos o engañados.
De igual forma pasa en nuestras vidas, debemos de mantenernos siempre preparados para las circunstancias, pruebas o tentaciones que vengan a nuestra vida. Debemos conocer cómo se trabaja cada situación y para lograrlo debemos de leer la Biblia. La Biblia es nuestro libro de instrucciones mientras estemos en este mundo. En Oseas 4:6 dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…”; en la Palabra de Dios es donde únicamente podemos encontrar tal conocimiento, para no ser destruidos o engañados.
Cada proceso es
diferente; unos son más largos que otros, pero todo en la vida es un
proceso. Tal y como dice Eclesiastés
3:1, todo tiene su tiempo. Una parte del
Fruto del Espíritu es la paciencia, la
cual debemos de poner en práctica, para que la misma siga creciendo y podamos
esperar el tiempo que Dios ha designado para que se cumpla lo que Él mismo ha
establecido para nuestras vidas. Muchas
veces la espera desespera, pero si nos mantenemos esperando en la voluntad de
Dios (en su tiempo) obtendremos la victoria.
Por: Alexander Cruz
gracias!
ResponderBorrarAmen, amen y amen.
ResponderBorrarBuenísima reflexión me ayudo demasiado.
ResponderBorrarAmén buena reflexión
ResponderBorrarAmén hermano gloria al Rey que vive.
ResponderBorrarDios le bendiga familia de la Fe
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