viernes, 9 de diciembre de 2011

Isaías 45:18


"Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.



     Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros.  Así como creó la tierra con el propósito de ser habitada, así mismo nos creó con un propósito.  Ese propósito puede que sea el de ser pastor, evangelista, en el área de servicio de nuestra iglesia, en aconsejar, entre otros.  En Romanos 12:4-5 dice: “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros”.  Así como cada miembro de nuestro cuerpo tiene su función particular y trabaja en equipo con los otros miembros del cuerpo, así debemos hacer nosotros como creyentes.   Cada cual debe cumplir el propósito que Dios ha puesto en sus manos, pero no sin antes olvidar que debemos colaborar con nuestros hermanos en la fe, para que ellos puedan cumplir su propósito y todos podamos crecer espiritualmente.  No es una tarea fácil, pero tampoco es imposible. 

     Algo debemos reconocer, que Él es Dios y que no hay otro en la faz de la Tierra. Él creó la tierra, a nosotros, y todo lo que habita en la tierra. Él conoce nuestros corazones, nuestras vidas y, en especial, nuestro propósito. En Éxodos 3:14 nos dice: “Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY…” No hay otro en la tierra que pueda decir: YO SOY, sino solo Dios. A veces como ser humanos creemos que por nuestras propias fuerzas podemos vivir nuestra vida, pero sin la ayuda del manufacturero de la vida (Dios) no alcanzaremos las victorias de nuestras vidas. Por eso Dios nos dejó el manual de la vida: La Biblia. La misma debe ser estudiada, porque si no de nada vale tenerla en nuestro automóvil, en nuestro cuarto, o donde quiera que este, y dejarla cerrada y no ver las maravillas que Dios tiene para nosotros en la misma. Cada uno de esos 66 libros tiene un mensaje para nosotros y, lo mejor de todo, cada vez que la lees te da un mensaje diferente. En conclusión: todos tenemos un gran propósito en nuestra vida que debe ser guiada por Dios, ya que no hay otro como Él. Para poder dejarnos llevar por Él debemos leer Su Palabra para poder conocer a Dios y cuál es el propósito de nosotros.


Por: Alexander Cruz

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