viernes, 21 de octubre de 2011

Yo Común, Él extraordinario

      Ciertamente no todo hace sentido. En nuestro recorrido por la vida nos enfrentamos a diferentes etapas, de las cuales muchas de ellas nos hacen estremecer y hasta llegar a preguntarnos dónde está Dios cuando experimentamos ese profundo dolor. No nos hace sentido que el Dios amoroso que nos presentan nos permita pasar por situaciones tan difíciles; pero la realidad es que nuestro sufrimiento no es ajeno a Dios, todo lo que Él permite en nuestras vidas tiene un propósito; Él está presente e interesado en nuestras vidas, aunque parezca que no nos oye o que nos ha abandonado.
     
     Muchas veces tomamos las pruebas como castigos y escapa de nuestra vista la bendición detrás de cada una de ellas. Cada trago amargo es una oportunidad de crecer, cada situación es una oportunidad para ver la mano de Dios actuando de manera poderosa. Cuando atravesamos el valle de sombra de muerte es el momento perfecto para aferrarse a las omnipotentes manos del creador del universo y descubrir la maravillosa experiencia de depender absolutamente de Él y prepararse para ver un milagro. Cada una de nuestras lágrimas no le han sido ajenas a Dios.  De hecho, Él siempre ha estado a nuestro lado esperando a que le demos la oportunidad de intervenir en nuestra vida, porque Él desea darnos lo mejor.

      Yo no pretendo pensar que jamás sentiremos dolor, soledad, ni mucho menos creer que no pasaremos por pruebas, pero sí podemos estar seguros que no estaremos solos si decidimos dejarle intervenir en nuestro andar. El valle de sombra de muerte más adelante se convertirá en un recuerdo de la fidelidad de Dios a través de nuestro caminar. Dice la Biblia que en el mundo tendremos aflicción, pero que debemos de confiar porque Él (Dios) ha vencido al mundo y cuando dice “al mundo” se está refiriendo a todo lo que nos agobia, ya sea enfermedad, soledad, depresión y hasta aun la muerte misma… Él ha vencido al mundo junto con todas esas cosas que nos roban la paz; no tenemos porque vivir en derrota. Lo único que necesitamos es confiar en que Dios tiene todo bajo control. Dice la Biblia que Dios tiene planes de bien y no de mal para nuestra vida; para darnos un futuro y una esperanza.

      El tiempo en que Dios actúa es perfecto, aun cuando parezca estar terriblemente atrasado, Él siempre llega justo a tiempo. Dice la Biblia que Él no nos da una carga más allá de la que podemos soportar… finalmente saldrá el Sol. La vida es un puntito en la eternidad y los afanes de ésta cesaran y podremos ver la recompensa de haber confiado y entregado nuestra vida en las manos de Dios… Yo lo hice hace 13 años y no me arrepiento, he pasado por momentos en donde mi fe flaquea, en donde los médicos me dicen una cosa, pero he visto como Dios ha dicho otra,  burlando el conocimiento humano. He visto cómo Dios me ha levantado y sustentado con su amor, he aprendido a depender de Él para todo, porque él ha sido bueno conmigo y su misericordia me ha alcanzado. Tengo una vida común, con la diferencia de que dependo de un Dios extraordinario… ¿Le gustaría a usted depender de El también? Dele una oportunidad, le aseguro que no se arrepentirá.

Por: Ormari Troche

No hay comentarios.:

Publicar un comentario