viernes, 14 de octubre de 2011

Salmos 51:17

“Los sacrificios de Dios son el espĆ­ritu quebrantado;  Al corazĆ³n contrito y humillado no despreciarĆ”s tĆŗ, oh Dios.”

 
  • Sacrificios: Ofrenda a una deidad en seƱal de homenaje o expiaciĆ³n. 
  • Quebrantar: Disminuir las fuerzas o el brĆ­o; suavizar o templar el exceso de una cosa. 
  • Contrito: Que siente contriciĆ³n.
    • ContriciĆ³n: Arrepentimiento de una culpa cometida. 
  • Humillado: Postrar, bajar, inclinar alguna cosa; Arrodillarse o hacer adoraciĆ³n.

     En 1 Samuel 12:22 dice: “Y Samuel dijo: ¿Se complace JehovĆ” tanto en los holocaustos y vĆ­ctimas, como en que se obedezca a las palabras de JehovĆ”? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atenciĆ³n que la grosura de los carneros.”  Otra manera de decir esto es que no importa cuĆ”nto nos sacrificamos por hacer lo que Dios dijo, eso no es lo que cuenta.  La obediencia es una manera de tener un corazĆ³n humillado.  Es decir que se haga lo que dices Dios y dejo lo que quiero a un lado.  Al hacer esto estamos siendo del agradado de Dios. 

     Un corazĆ³n que es contrito se da cuenta de cuando comete un error y hace lo posible por remendarlo.  Si le fallamos a Dios, el EspĆ­ritu Santo nos darĆ” una “seƱal” a nuestro corazĆ³n para que el mismo se arrepienta de la falta cometida.  El hacer sacrificios no nos harĆ” salvos.  Con un corazĆ³n que sabe humillarse delante del SeƱor nos harĆ” salvos.  Que mejor ejemplo que David.  Un joven que cuando pecaba Ć©l se humillaba con todo su corazĆ³n.  Aun con sus fallas, Ć©l era conforme al corazĆ³n de Dios.  Sigamos su ejemplo, humillarnos de todo corazĆ³n delante de Dios para que seamos perdonados y nuestra alabanza sea de agrado a Dios.


Por: Alexander Cruz

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