"Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es un absurdo."
- Juventud: Edad que empieza en la pubertad y se extiende a los comienzos de la edad adulta.
- Disfrutar: Percibir o gozar los productos y utilidades de una cosa.
- Impulsos: Deseo o motivo afectivo que induce a hacer algo de manera súbita, sin reflexionar.
- Estimulo: Incitamiento para obrar o funcionar.
- Incitar: Mover o estimular a uno para que ejecute una cosa.
- Juzgar: Deliberar, quien tiene autoridad para ello, acerca de la culpabilidad de alguno, o de la razón que le asiste en un asunto, y sentenciar lo procedente.
- Alejar: Distanciar, llevar una cosa o a una persona lejos o más lejos.
- Absurdo: Contrario y opuesto a la razón; que no tiene sentido.
Disfruta de tu juventud, pero recuerda: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica” (1 Corintios 10:23). Debemos tener en cuenta cuáles son nuestras acciones y decisiones que tomamos. Una cosa debemos tener en cuenta: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1Timoteo 4:12). Los jóvenes deben dar ejemplo a las personas de que la juventud no está perdida. Que deben reflejar a Cristo en sus vidas.
Debemos alejar nuestro corazón del enojo y otras cosas que puedan afectar el mismo. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23). Si no guardamos nuestro corazón, nadie lo hará por nosotros. Ese es el que nos mantiene vivo y nos dice en que condición estamos. Por eso es necesario que lo guardemos de las cosas que puedan dañarlo, porque toda nuestra vida se verá afectada por eso.
Por: Alexander Cruz